Cani´s corner
Era el anochecer de uno de los últimos días del agosto más triste de mi vida. Había hecho mucho calor y volvíamos María y yo de dar un paseo por la playa. Entonces, lo vimos. Casi no se distinguía ya: un bultito grisáceo junto a la esquina trasera del ayuntamiento. Parecía muerto. María insistió en …